Requerimientos de sol y suelo
En general, el encino siempre verde es un árbol fácil de cultivar, soporta ser sembrado en espacios abiertos a pleno sol, pero también soporta las sombras parciales donde pueda recibir mínimo 4 a 6 horas de luz solar.
Es un árbol bastante resistente capaz de adaptarse a diferentes tipos de suelos, ácidos, alcalinos, arcillosos, húmedos, arenosos, estos pueden ser secos o húmedos, pero prefiere suelos alcalinos o ligeramente ácidos, moderadamente fértiles, con buen drenaje y profundos. Los suelos profundos le permiten al sistema radicular extenderse, si el encino siempre verde es sembrado en un suelo de poca profundidad y compacto, su crecimiento será más lento y en algunos casos el follaje se puede ver afectado.
Riego
Recién plantado el encino siempre verde debe recibir un riego regular durante todo el ciclo vegetativo, esto permite el crecimiento adecuado de las raíces. Un árbol ya maduro no requiere riego constante. Además, es capaz de soportar leves inundaciones, si el agua tiene movimiento y el drenaje es bueno.
El riego debe hacerse alejado del tronco, así las raíces crecerán buscando el agua y garantizarán la estabilidad de este gran árbol.