Planta de Sol
Abundante
Sustrato bien drenado
Conoce más en la DescripciónLuz, temperatura y ubicación
Es una planta que se adapta muy bien a diferentes condiciones de temperatura, aunque prefiere climas templados a húmedos, rondando los 15 a 18 °C. Tolera muy bien las heladas, y de hecho estas temperaturas muy frías son las que impulsarán los colores vivos y llamativos.
Puede tenerse en exposición solar directa, o también en sombra parcial. Esta última opción es muy útil cuando se usa la col a modo de cobertura de suelo. Durante inviernos muy fríos sí es necesario tenerla siempre bajo el sol.
Suelo y abono de la col ornamental
La col necesita un suelo que sea que no llegue a ser muy ácido, que sea fértil y muy firme, con cierta compactación. Para lograr esto se preparará una mezcla de tierra con turba como base, una parte igual de humus de lombriz para aportar nutrientes, un puñado de tepojal para promover el drenaje, y otro puñado, pero más pequeño de cal, que será el que ayudará a hacerlo ligeramente más alcalino. Para saber si será necesario añadir la cal, puede hacerse una prueba de pH al suelo disolviendo un poco de tierra en agua y medir con tiritas de pH. Este debe estar en 6 a 7.5. Tolera también suelo neutro de 5, pero no deberá ser inferior a este número.
Debe abonarse una vez al año con algún fertilizante que tenga altos contenidos de fósforo y potasio, porque esto ayuda fortalecer contra enfermedades fúngicas y pestes. Por el contrario, hay que evitar el nitrógeno porque aumenta la posibilidad de aparición de hongos.
Riego de la col ornamental
El suelo alcalino no absorbe muy bien el agua y provoca encharcamientos, de aquí que esta planta, con todas las necesidades mencionadas, requiere de riego abundante. Hay que estar controlando que el suelo siempre esté húmedo, pero no encharcado. La preparación mencionada del suelo es clave para evitar el exceso de agua.
Mantenimiento y enfermedades
La col no necesita poda porque siempre mantiene su forma compacta. Hay que poner atención con ciertas pestes que pueden atacarla, como son las orugas, palomas y caracoles. Esto es más frecuente cuando las plantas están juveniles, pero una vez asentadas la probabilidad de pestes disminuye bastante.
Puede ser susceptible a hongos causantes de roya blanca y para combatirla se recomienda disminuir temporalmente el riego y evitar mojar las hojas, y como medida preventiva hay que considerar plantarla en dirección a donde sopla el viento para aumentar la ventilación y que la probabilidad de hongos sea menor.
