Sus raíces son superficiales, de los que nacerán los hijuelos con los que multiplicaremos el arbusto.
Requiere un suelo ligueramente ácido y un acolchado con corteza de pino para mantener la humedad.
Es importante eliminar las malas hierbas y refugiarlo del viento.
Su ubicación ideal es en semisombra y los riegos serán regulares, manteniendo la humedad.