El suelo puede ser una tierra de jardín ligera que contenga abundante materia materia orgánica. La plantación se hace en otoño para que florezcan en primavera. Plantar a una profundidad de 2,5 veces el tamaño del bulbo y a una distancia de 20 cm entre cada planta.
Regar regularmente para mantener el sustrato ligeramente húmedo; el encharcamiento puede pudrir el bulbo.
Abonar cada 15 días con fertilizante mineral desde que aparecen los brotes hasta la floración.
Podar lo tallos tras la floración y dejar los bulbos enterrados.