El Lirio de los Incas necesita un suelo suelto, permeable y con materia orgánica. Son plantas de cultivo bastante fácil.
Los riegos deberán ser moderados, frecuentes pero con poca agua pues corren peligro de pudrirse las raíces.
A la Azucena peruana le basta con un abonado con compost en otoño y un poco de fertilizante mineral durante la floración.