Este pequeño falso ciprés es una planta muy rústica y resistente, crece en climas templados pudiendo soportar hasta los -25ºC. Crece en suelos húmedos por lo que requiere de riegos que mantengan una humedad constante, pero siempre y cuando no esté encharcada.
Prefiere suelos profundos, fértiles, frescos, con proporción de arena y matéria orgánica en un 20%. Se pueden aplicar abonos orgánicos de manera anual, o minerales líquidos de manera mensual durante la primavera y el verano.