MIMOSA M3″

Plata de Sombra y Media Sombra
Moderado
Sustrato bien drenado
Conoce más en la Descripción

Ubicación para la mimosa

La mimosa necesita la máxima luminosidad posible, aunque puede cultivarse tanto en interior como en exterior debido a su gran resistencia. En cualquier caso, la planta recibir como mínimo 5 horas al día de exposición directa al sol o disfrutar de una lámpara adecuada para ella, de suficiente potencia. También es importante protegerla de las corrientes de aire.

En jardín, ten en cuenta su gran capacidad de expansión, y es que si las condiciones son las adecuadas para ella, tendrás que tomar medidas para que no crezca más de lo que quieras.

Clima para la mimosa

Esta planta no tolera en absoluto el frío. No es necesario siquiera llegar a hablar de heladas: con que la temperatura caiga por debajo de los 10 ºC la mimosa ya puede recibir daños severos, por lo que en muchos climas lo más cómodo y seguro es cultivarla en maceta y así poder trasladarla al interior en los meses fríos, para luego devolverla afuera cuando llegue de nuevo el calor.

Riego de la mimosa

La planta necesita mantener un nivel leve pero constante de humedad en el suelo o sustrato, lo que significa que en verano, tendrás que aportarle aproximadamente un riego cada 48 horas, aunque siempre sin encharcar y teniendo cuidado de no excederte. Durante los meses fríos habitualmente será suficiente con 1 riego a la semana o como mucho dos.

En cualquier caso, presta siempre atención al estado de la tierra o el sustrato: si está seco a unos 2-3 cm de profundidad, es momento de volver a regar. Insistimos en que no encharques nunca tu mimosa, o podrías provocar la pudrición de sus raíces.

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Sustrato y tierra para la mimosa

Lo más importante en el suelo de la mimosa es que ofrezca un drenaje lo mejor posible, y que sea ligero y aireado. Puedes usar una mezcla universal con fibra de coco, turba y humus de lombriz a partes iguales, que da lugar a un sustrato rico en nutrientes, muy ligero y de excelentes propiedades.

En exterior, busca dónde el agua no se acumule al regar y, si es necesario, retira unos 50 cm de tierra y rellena con la mezcla mencionada.