CYCLAMEN M6

Media Sombra
Riego especial (lee en la descripción)
Sustrato bien drenado
Conoce más en la Descripción

1. Cuidar la temperatura

Como buena planta de invierno, este hecho es una auténtica guía para entender que entre los cuidados del Ciclamen tenemos que controlar especialmente la temperatura. Antes mencionábamos que es una planta que podemos tener tanto en exterior como en interior, pero aún así hay que tener en cuenta una consideración importante si queremos que sus flores duren.

Marcada por esa meteorología mediterránea, el Ciclamen florece en invierno que es cuando se dan las lluvias en esta zona. Si la planta está expuesta a temperaturas por encima de 16 grados, puede interpretar que ha llegado su periodo de descanso y tirar las flores. Por este motivo, si vamos a cultivar el Ciclamen en interior tendremos que buscarle una ubicación lejos de fuentes de calor y habitaciones cálidas. Por esta razón es más que habitual ver estas plantas en las cocinas, que suelen contar con menos temperatura que el resto de la casa.

3. Luminosidad pero nunca sol directo

Tanto en época de floración como el resto del año, el Ciclamen no tolera el sol directo así que tendremos que evitárselo si no queremos ver cómo las hojas se queman. Añadido, en época de floración puede interpretar este exceso de sol de manera errónea; o, lo que es lo mismo, pensando que es verano y que no es momento de echar sus flores.

Por esta razón, tanto en interior como en exterior, los cuidados del Ciclamen en flor imponen buscar un lugar luminoso pero sin incidencia solar directa.

3. Riego por inmersión

El Ciclamen es una planta bulbosa y, como tal, uno de sus mayores enemigos es el exceso de riego. Este aspecto no solo puede provocar que la flor acelere la caída de las flores, sino que añadido puede comprometer seriamente su salud: si el bulbo del que nace el Ciclamen se encuentra encharcado, la planta comenzará a morir.

Por eso y si queremos prolongar sus flores, entre los cuidados del Ciclamen tendremos que contemplar hacer un riego por inmersión. Gracias a esta técnica, en la que sumergiremos la maceta en un recipiente con agua durante aproximadamente un cuarto de hora para que la planta pueda absorber lo que necesite, estaremos favoreciendo que el Ciclamen esté hidratado pero sin excesos.

Una vez terminado el riego, lo ideal es colocarlo sobre un plato con gravilla o marmolina, que ayudará a drenar el agua y evitar el contacto con las raíces.