A la Calibrachoe le encanta las temperaturas cálidas.
Procuraremos darle riegos regulares y abundantes, sobre todo durante su período de mayor crecimiento y de floración. Pero debemos tener cuidado de no encharcar el sustrato durante demasiado tiempo para evitar que aparezcan enfermedades y pudriciones de las raíces. Tampoco es conveniente mojar sus flores durante el riego, eligiendo el riego localizado en vez del riego por aspersión.




Planta de Sol
Regular
Sustrato bien abonado
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