Una forma de mantener la fertilidad del suelo consiste en cortar el césped. Cuando el césped se corta frecuentemente y con una cuchilla bien filosa y a velocidad lenta, todo el material queda finamente pulverizado y no es necesario retirarlo. Cuando el pasto es muy largo y se corta, el material tiene que ser retirado, porque queda desprolijo.
El riego
El pasto debe regarse a la mañana temprano, en forma abundante y con frecuencia, dos a tres veces por semana, como máximo. La cantidad de agua recomendada es de 10 litros por m2. Es dañino regar poco y todos los días, porque el pasto no desarrolla buen sistema radicular. Las raíces quedan a flor de tierra con mucha agua superficial y no crece. El subsuelo sí tiene que estar húmedo.