OREGANO

Sustrato

Respecto a la tierra o el sustrato, no requiere de suelos muy específicos, pero se desarrolla mejor en suelos calizos, debido sobre todo al buen drenaje que ofrecen. No le conviene tampoco que sean suelos excesivamente ácidos o alcalinos. Para el cultivo en maceta el sustrato universal tiende a ser una buena opción, aunque nosotros recomendamos usar una mezcla propia con una parte de humus de lombriz, otra de turba y otra de fibra de coco, a la que añadiremos algo de perlita y vermiculita.

Abono para la planta de orégano

En lo que al abono respecta, el orégano no lo necesita, pero se desarrollará mejor en suelos enriquecidos con materia orgánica, siempre que no se abuse de ello. Recomendamos la utilización puntual de abono orgánico ecológico, como el humus de lombriz, que proporciona una gran cantidad de beneficios. Esto ayudará a que los tallos de la planta se recuperen antes tras su cosecha, ya que solo se recolecta la parte superior.

Clima y riego del orégano

Si hablamos de climas, el orégano prefiere los climas levemente húmedos, con un clima suave de tipo mediterráneo, o incluso un tanto cálido. Terminamos los cuidados del orégano con el riego. Además de no precisar mucha agua, se trata de una planta que no soporta bien los excesos de humedad o encharcamientos. Teniendo esto en cuenta, es preferible llevar a cabo riegos regulares y poco abundantes, de forma que el sustrato o la tierra se mantengan ligeramente húmedos y esperando a que se sequen un poco antes de regar de nuevo. Eso sí, tras la plantación y la cosecha es conveniente aumentar un poco el riego.