La hiedra es una planta bastante fácil de cuidar. Necesita buena luz (no directa), y estar cerca de una ventana en el interior. En el exterior, hay que tener cuidado donde la añades para que las hojas no se quemen. Te contamos este y otro de los cuidados de la hiedra a continuación:
- Riego. La hiedra es una planta que no necesita un riego muy intenso. Da igual que esté en el interior o exterior, ya que siempre requiere de agua moderada. Es conveniente dejar secar la capa entre riegos.
- Luz. Necesita bastante luz, tanto en el interior como el exterior, así que olvídate de añadirla en baños poco luminosos, o exteriores llenos de sombra. Eso sí, no le gusta el sol directo, puesto que sus hojas se pueden terminar quemando; así que ten cuidado para que no se marchite.
- Temperatura. La hiedra es una planta que se necesita una temperatura entre los 12° C y los 20 °C. Puede soportar temperaturas mínimas de hasta 0 y -1 °C.
- Poda. La hiedra se debe podar una vez al año, preferiblemente en verano. Es muy fácil y simplemente hay que recortar las puntas para que la hiedra siga creciendo correctamente. De esta forma, se mantendrá una hiedra más fuerte, compacta y densa.
- Abono. Otro de los cuidados que debes tener en cuenta es el abono. La hiedra es una planta que necesita ser abonada en primavera-verano, cada 15 días.