Luz y ubicación
Para que tu planta de chiles tenga una cosecha abundante y un buen crecimiento, la luz y calor son necesarias. Esta planta ama el sol, sus semillas germinan en el calor, pero ojo si vives en una zona muy caliente y de climas extremos ya que las hojas pueden quemarse o incluso tu planta se puede secar. Usa un lugar con semi-sombra y protege tu planta de vientos fuertes. Dale mínimo 6 horas de luz al chile.
Suelo
En cuanto al tipo de suelo, el mejor para el crecimiento del chile es aquel que tenga una textura arenosa o franco-arenosa, que tenga un sustrato fértil y rico en nutrientes, con buen drenaje. Si tu suelo es muy húmedo puedes añadir un poco de arena para que ayude a drenarlo.
Una o dos semanas antes de hacer la siembra prepara la tierra con un poco de compost.
Riego
El riego del chile es otro cuidado básico, cuando las semillas están germinando el requerimiento de agua es mayor, conforme va creciendo la planta el agua disminuye, pero siempre manteniendo la tierra húmeda, más no encharcada. Riega directamente el suelo y no mojes las hojas. Si tienes tu planta en maceta drena el agua.