CALATHEA REINA

  Sombra y Media Sombra
Regular, solo humedo
Sustrato bien drenado
Conoce más en la Descripción

1. La luz, moderada y siempre indirecta

Un detalle sorprendente teniendo en cuenta que hablamos de una planta tropical. Y comprender por qué necesita luz moderada pasa, irremediablemente, por conocer cómo crece en estado salvaje. La Calathea es una planta propia de los sotobosques de la selva tropical brasileña. Unos espacios marcados por la humedad pero, también, por una luz sumamente tamizada que se filtra a través de las hojas de los árboles de mayor tamaño.

Dado este detalle, el espacio ideal para nuestra Calathea será siempre uno con luminosidad moderada y que huya siempre del sol directo. De exponerla a él, las hojas se quemarían. Es más: podemos cultivarla sin problema en un lugar sombreado de nuestra casa. Un espacio que recrea, en cierta manera, el original en el que crece en la naturaleza.

2. El riego, uno de los cuidados de la Calathea más sensibles

Uno de los cuidados de la Calathea más importantes. Cuando hablamos de plantas tropicales, solemos creer que eso es sinónimo de mucha agua. Es cierto: hablamos de plantas con una necesidad de humedad alta. Pero eso no tiene que ver, forzosamente, con la pauta de riego.

Teniendo esto en cuenta, hay que comprender que la Calathea necesita tener el sustrato ligeramente húmedo durante todo el año. En los meses de invierno, lo ideal es esperar a que se seque ligeramente entre riego y riego. Una pauta que cambia con respecto a los meses de crecimiento. Así durante la primavera y el verano, tendremos que regarla de forma abundante sin olvidar un detalle: retirar el agua sobrante del riego del plato inferior.

Importante: no mojar nunca las hojas.

3. El abonado, importante durante todo el año

Solemos creer que los abonos están relegados, únicamente, a los meses de crecimiento. Y, si bien es cierto que en algunas plantas es un cuidado que solo demandan en primavera, también es importante saber que fertilizar es uno de los cuidados de las plantas de interior en invierno.

En este punto, la Calathea es exigente. Incluso durante los meses de frío, demanda una dosis mensual de abono. Una pauta que tendremos que incrementar en los meses de crecimiento, aplicándole un abonado cada 15 días.

4. La humedad ambiental, otro aspecto fundamental

Otro aspecto fundamental de los cuidados de la Calathea. Y volvemos, nuevamente, a hacer mención a sus orígenes selváticos. En la naturaleza, esta familia está expuesta a un grado de humedad ambiental altísimo. Uno que difiere y mucho del que podemos tener en su cultivo dentro de nuestra casa. La humedad ambiental es vital para el correcto desarrollo de nuestra planta. Si la Calathea no tiene el grado que necesita, nos lo hará saber mediante sus hojas: los bordes se colorearán de marrón.

Evitarlo pasa por utilizar dos métodos de hidratación ambiental. En los meses de invierno, bastará con colocar piedras o grava sobre un plato y, sobre ellas, nuestra maceta. Llenando de agua el plato hasta las piedras, la Calathea tendrá la humedad que demanda sin que el agua toque el cepellón de la planta. En los meses de verano, podemos mantener este método. Pero, sin duda, nuestra planta nos demandará más. De ahí que sea importante hidratar las hojas, pulverizando agua a buena distancia sobre ellas.

Un consejo: tanto por su demanda de luz como por sus necesidades de humedad ambiental, la Calathea puede ser una candidata perfecta a nuestra lista de plantas de interior para tener en el baño.