El Amaranto necesita una exposición soleada, temperaturas cálidas y estar protegido del viento.
El suelo deberá tener poca cal, estar bien drenado y ser fresco. El trasplante al lugar definitivo se realizará a principios de la primavera.
Regar frecuentemente (en verano cada día) pero nunca encharcar; reducir los aportes de agua en invierno.
Abonar la tierra con materia orgánica (compost o estiércol) antes de la plantación. Para mejorar el colorido de las hojas se pueden hacer abonados con fertilizante foliar quincenalmente durante la primavera.