La Santolina chamaecyparissus necesita una exposición de pleno sol y un clima mediterráneo. Resisten heladas ligeras y ocasionales.
Prefieren suelos calcáreos, pobres y muy bien drenados.
Son plantas muy resistentes a la sequía que necesitan riegos moderados esperando a que el sustrato se haya secado completamente.
No necesitan abonos.
Podar las inflorescencias marchitas y en otoño podar intensamente para fortalecer la planta.