CUIDADOS DEL ÁRBOL DE PIRUL
Cuando el ejemplar es joven, la poda será para darle forma y eliminar las ramas que estén bajas. En ejemplares maduros, se poda para mantenerlos saludables, quitando las ramas u hojas que lo desluzcan. También es prudente retirar la corteza durante la primavera, pues favorecerá su desarrollo.
En las áreas podadas se evidenciarán brotes a los escasos días. Una sugerencia es remover esos brotes una vez al año, al acabar el lapso de sequía. Esto se realiza si el crecimiento se ha ralentizado. En todo momento las podas deben ser comedidas.
El árbol de pirul necesitará un riego espaciado y un buen drenaje. Será innecesario recurrir a fertilizantes. Respecto a la luz, tiene que recibir la luz de relleno o estar a sombra parcial.