El suelo deberá drenar bien y contener abundante materia orgánica para lo cual podemos preparar una mezcla, en las mismas proporciones, de turba, mantillo de hojas y arena gruesa. El trasplante de maceta se realiza a principios de primavera.
Regar, con agua sin cal, de forma regular para que la tierra no se seque por completo menos en invierno que esperaremos a que se seque el sustrato. Es muy importante una humedad ambiental alta para lo cual hay que rociar la planta amenudo, especialmente en verano.
Abonar con fertilizante mineral para plantas de interior cada 20 días en primavera y verano.
Se podan tras la floración para darles un aspecto más compacto y controlar su crecimiento. Si la planta crece débil o desgarbada puede hacerse una poda drástica casi desde la base.
Son sensibles al ataque de pulgones, cochinillas y araña roja especiaalmente si la humedad ambiental es baja.
Se propagan mediante esquejes y por división en primavera.