La Acacia azul se cultiva en exposiciones de pleno sol o de semisombra. A pesar de que resiste alguna helada esporádica y de baja intensidad es mejor que la temperatura invernal no baje de los 6 ºC.
No son nada exigentes con el suelo pudiendo prosperar en suelos pobres, calizos o arenosos pero prefieren que contengan un poco de materia orgánica. Es mejor plantarla a más de 5 metros de edificaciones pues sus fuertes raíces son capaces de levantar pavimentos.
Los riegos serán moderados esperando a que la tierra se seque ya que resisten bastante bien la sequía.
A finales del otoño se les puede aportar un ligero abonado a base de compost.